Las pantallas en la maternidad

Pensate un ratito sin el celu. Bajando en el ascensor, viajando en subte, esperando en la cola del banco o acompañando a tu hijo mientras juega. ¿No será que estamos usando las pantallas como un chupete adulto?

¿Es que, quizás, no podemos soportar esos minutos de nada misma? De autoencontrarnos con nuestros pensamientos.
La única manera de crear es con vacío, con espacio. Con la nada dispuesta para que algo la ocupe. 

Cuando los dispositivos te atraviesan, también lo hacen con tu maternar.
La crianza en la era digital nos enfrenta a tiempos ofrecidos a medias. Cuando tu hijo te encuentra con parte de tu cabeza en ellos y otra en la pantalla concluye que él es "medio" importante para vos, o no "tan" importante como para atraer tu mirada.
La pantalla es un recurso que usamos muchas veces para cubrir emociones. Se la damos para que no llore, para que no se aburra, para que no se angustie, cuando está enojado, para distraerlo de lo que le pasa, mientras come para que lo haga... Pero los sentimientos no se procesan con la distracción. No se tapan, se abordan. La madurez emocional es un aprendizaje que conducimos los papás, abriendo las puertas a todos los que emergen.
El momento de pantalla debe ser exclusivo. Elegido como uno de los tantos esparcimientos posibles, pero no como calmador.
Para los niños menores de los 5 años, siempre con adulto presente. No necesariamente al lado, pero sí circulando
atento a lo que sucede. Con presencia activa y comentarios pertinentes. Acompañando involucrado.


Ha de ser una excepción y no la regla. Hay que propiciar otras opciones. Es el momento de enriquecer la vida de tu hijo con
experiencias diversas. Juegos de mesa, cocina, moldeados, regar las plantas, dibujar o inventar música, tirarnos por el piso o hacer un collage, inventarles historias a los muñecos o leer... 
Aburrirnos juntos y darle oportunidad al vacío para que se encuentre frente a la nada sin temor, sin abismo. Como una de las primeras experiencias creativas de su vida.


Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Con un posgrado en Infancia, Educación y Pedagogía, Lic. en Comunicación Social y CPN, es periodista, ha publicado
más de 60 libros, obras como Rutinas felices, Qué animales somos como padres o Bullying

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