Según el Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física desarrollado por la OMS, 1 de cada 4 adultos y 3 de cada 4 adolescentes en el mundo no siguen ningún tipo de recomendación sobre actividad física y sedentarismo.
El ejercicio se ha convertido en un concepto: no se trata solo de estar activo, moverse y luchar contra el sedentarismo. El ejercicio regula y mejora casi todas nuestras funciones y estar en movimiento y ejercitarse es sinónimo de salud, de bienestar y de rendimiento.
Con la pandemia como escenario principal, hay quienes dejaron de ejercitarse, quienes potenciaron su entrenamiento y quienes encontraron en el entrenamiento una forma de conectar con su pareja e incluso, con sus hijos.
Con la intención de revertir las tendencias actuales y las disparidades que existen en cuanto al acceso de las personas al ejercicio y los entornos para desarrollarnos, la Organización Mundial de la Salud realizó hace unos años un Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física, de cara al 2030. Esta proyección promueve y alienta el ejercicio para fomentar sociedades más sanas, entornos seguros para realizarlas y una serie de políticas públicas que apuntan a la inversión en salud desde el lado del ejercicio y la actividad.
Aquí algunos consejos para comenzar a entrenar en familia:
•Buscar una actividad que todos puedan realizar: el esfuerzo físico y el rendimiento no será el mismo en todos los integrantes de la familia. Por eso es importante encontrar una propuesta que permita distintos tipos de esfuerzo u opciones en caso de no poder realizar determinado ejercicio.
•Cada uno a su ritmo: no se trata de competir a ver quién termina antes o quién tiene la mejor técnica. También el ejercicio se trata de disfrutar y compartir y para eso lo ideal es que cada uno complete y realice los ejercicios que pueda, a su modo.
•Respetar el horario de entrenamiento: con el correr de los días, el ejercicio se convertirá en hábito y todos se comprometerán con este momento. Por eso es importante respetar este espacio de encuentro para que la ausencia de algunos miembros de la familia no desmotive a los demás.
•Convertir este tiempo en un espacio de encuentro: las reuniones virtuales, las obligaciones y las clases online nos desencuentran, aunque estemos todos bajo el mismo techo. Por eso el entrenamiento será también un escenario para reecontrarnos y reconectarnos.