Escribir con dibujos

-¿Cuál era tu libro favorito en la infancia?

-Tuve varios libros preferidos… muchos en alemán, recuerdo sobre todo “Das Hünchen Sabinchen” (La gallina Sabina), “Die Wurzelkinder” (los niños de las raíces); los libros de la “Señorita Ada”, de la colección Bolsillitos (ilustrados por Agi), y ya más grande, las aventuras de Enid Blyton; luego espantosos cuentos de hadas en alemán que devoraba, y siempre siempre, las poesías de María Elena Walsh. De niña fui a verla a la sala Martín Coronado y ella, personificada como Manuelita cantando junto a Leda Valladares, me dejó absolutamente extasiada. De ahí en más, de algún modo, me acompañó toda la vida.


-¿Cuál es el mensaje que le trasmiitirías a los chicos/as (y grandes) que te leen?
-No hay mensaje, solo el deseo de que ojalá disfruten de mis dibujos y de los libros que he escrito, algunos de a tres, junto a mis hermanas Claudia y Vera. Como la serie del Lobo Rodolfo, que quiero especialmente… Pero soy ante todo, ilustradora, ocasionalmente escribo.

-¿Qué impacto notás en los niños/as del avance de internet y las redes sociales?
-No soy estudiosa del tema, pero sí percibo que las pantallas hoy ocupan un lugar enorme en la vida de los chicos. Sin embargo, terca, sigo apostando a los libros y a aquel momento de intimidad de lectura y narración oral.

-¿Cuáles son los clásicos de la literatura que no deben faltar en una biblioteca infantil?
-Creo que todos a los que uno tenga acceso, la diversidad de historias me parece riquísima. No me gusta que se “endulcen” los clásicos, que se los modifique. Para eso contamos con excelentes escritores que escriben nuevos cuentos, otras historias, acorde con los tiempos presentes. Yo tuve acceso a todos los libros que quise cuando supe leer, y los disfruté enormemente. Me asusté, lloré, me emocioné. Cada biblioteca tendrá por supuesto, el color de quien la cree; que incluya libros de ayer y de hoy, que haya para todos los gustos, es para celebrar.



Nora Hilb nació en Buenos Aires y hoy vive alternando entre la ciudad y el mar,
Buenos Aires y Cariló. Desde muy pequeña le gustó dibujar, casi más que cualquier otra cosa, aunque nunca imaginó que aquello se convertiría en su profesión. Después del secundario, se recibió de maestra jardinera y en 1976 emigró a México junto a una pequeña compañía de cine de animación para niños, en la cual dibujaba. En 1988, ya en Argentina, decidió hacer realidad su sueño de siempre: ilustrar libros infantiles. Armó una carpeta de muestras y comenzó a recorrer editoriales argentinas en busca de trabajo. Desde entonces ha ilustrado muchos libros, en mi país y en el exterior. Algunos también los ha escrito. Hoy hay cuentos dibujados por ella en Estados Unidos, Canadá, Alemania, España, Grecia, China, Eslovenia, Italia y algunos países más. Lo que más le gusta es ilustrar libros donde animales y chicos son los protagonistas, transmitiendo humor y ternura. Y… que los lectores disfruten tanto de los libros como disfruta ella al llenarlos de dibujos.

• 
• 1 . Cereales Infantiles Nestum
• 2 . Comer afuera y pasarla bien
• 3 . Mitos y verdades de la leche de cabra
• 4 . Barbie ahora tiene su notebook
• 5 . Un lúdico atajo a la música