-¿Cuál es tu relación con los libros?
-Es la única relación amorosa que sostengo desde la adolescencia. Además de dedicarme a escribir, coordinar un taller de escritura y lectura para chicos y chicas y convivir con una editora, correctora y licenciada en Letras, trabajé como librero muchos años. Así que hay muchos libros en mi casa. Tal vez muchos más de los que vaya a leer. A pesar de eso, sigo comprando libros.
-¿Cuál era tu libro preferido en tu infancia?
-Mi deslumbramiento con la literatura ocurrió en la adolescencia. De la infancia recuerdo con particular cariño y alegría las historietas de Asterix y Obelix, dos héroes entrañables de una aldea gala que resisten con humor y alegría la invasión del Imperio Romano. También disfrutaba mucho de una colección llamada Los tres investigadores, presentada por Alfred Hitchcock. Eran novelas de misterio y aventuras protagonizadas por tres adolescentes.
-¿Cómo se relacionan para vos la literatura y la identidad, ejes del Filbita 2018?
-Pienso que es una relación inextricable. La literatura que más me interesa es, sobre todo, una indagación en torno a la identidad, a la subjetividad. Cómo la construimos y sostenemos, cómo la (nos) “decimos”, quién o quiénes somos, quiénes son los otros, cómo el lenguaje le da forma a eso que llamamos nuestra “realidad”.
-¿Cuál es tu participación en Filbita?
-Valoro mucho el trabajo intenso de intercambio, difusión y formación que hace FILBA a lo largo de todo el año. Así que me alegra participar y aportar ideas para el Festival, que es otra instancia de encuentro entre lectores y “gente del libro”, pero también abierta a otras expresiones artísticas, al juego y a la experimentación. En ese sentido es un festival “vivo”, lejos de la solemnidad que a veces acompaña los “eventos literarios”. Pensar en conjunto con las organizadoras y colegas cómo desarrollar ese encuentro de forma creativa, para mí es estimulante y enriquecedor. Esperemos poder transmitir algo de la alegría con la que se trama el Filbita. Creo que todxs lo necesitamos, más que nunca.
Nicolás Schuff es un escritor especializado en literatura infantil. Ha publicado poemas, cuentos y versiones de clásicos de la literatura en varias editoriales argentinas. También se ha desempeñado como autor teatral, periodista y corrector.
Entre otros libros, ha publicado: El pájaro bigote, Los equilibristas, Así queda demostrado, Monstruos Fritos, Hugo Besugo y el misterio del Club de la Luna. También preparó versiones y adaptaciones de mitos, leyendas y clásicos de la literatura. Colaboró con Alejandro Tantanián en la dramaturgia de dos obras de teatro, y con Alberto Silva en la escritura del libro Zen 4. El oficio de vivir. Junto a Malena Rey coordina talleres de escritura para chicos.