¿Quién no se ha quedado horas intentando hacer coincidir todos los colores del cubo mágico, y al darse cuenta de su alto grado de dificultad ha dirigido su atención rápidamente a otra cosa? Claro, la solución sigue siendo un enigma que sólo logran algunos fanáticos, matemáticos e ingenieros. Pero lo más interesante de este simple y famoso juego -también conocido como cubo Rubik- es su historia, que compartimos en esta nota.
Este rompecabezas tridimensional y mecánico fue inventado en Hungría, en 1974, por Ernö Rubik, un escultor y profesor de arquitectura, y hoy es conocido en todo el mundo. Para resolverlo, hay que colocar todos los cuadrados de cada cara del cubo con el mismo color:
El húngaro Rubik inventó su cubo en 1974 y lo patentó en su país como Cubo Mágico en 1975, para luego ponerlo en venta en 1977, en jugueterías de la ciudad Budapest. Como el juguete utilizaba piezas de plástico ensambladas entre sí, era muy barato producirlo, y lo contrario ocurría con inventos similares en otras partes del mundo. Por eso, en 1979 Rubik firmó un acuerdo con la empresa Ideal Toys para que su juguete se pueda vender también otras ciudades.
Para muchos, este juguete pasa de ser un simple pasatiempos a una verdadera obsesión. A tal punto que universidades destacadas de todo el mundo han prestado sus laboratorios computacionales para experimentar nuevos algoritmos y ecuaciones que resuelvan los procedimientos para armar este extraño rompecabezas en la menor cantidad de movimientos.
El año pasado, el matemático Tomas Rokicki demostró con sus estudios en la universidad de Stanford, en Estados Unidos, que el cubo mágico se puede resolver en solo 25 movimientos, un paso menos que el anterior récord logrado por investigadores de la Northeastern University, en el mismo país. También están los fanáticos que elaboran robots que resuelven el cubo por sí mismos:
Debido al entusiasmo que ha causado en el público, se cree que se vendieron 350 millones de cubos mágicos (incluyendo imitaciones) en todo el mundo. y hasta se sigue experimentando para encontrar nuevas variantes con formas geométricas distintas al cubo:
Pero para Rubik esto no fue todo. Nacido durante la Segunda Guerra Mundial, hijo de un ingeniero y una poeta, y graduado en la universidad de Budapest como ingeniero en arquitectura, continuó sus estudios en escultura y arquitectura de interiores.
"El espacio siempre me intrigó, con sus increíblemente ricas posibilidades, las alteraciones del espacio por a través de objetos, la transformación de los objetos en el espacio, el movimiento en el espacio y en el tiempo, su correlación, su repercusión en la humanidad, la relación entre el hombre y el espacio, el objeto y el tiempo. Creo que el Cubo surgió desde este interés, de esta búsqueda de expresión, de la siempre incremental intensidad de estos pensamientos..." (cita publicada en un artículo de Wikipedia).
En los 80' Rubik se convirtió en editor de una revista de juegos denominada ... y juegos, y en 1983 fundó su propia empresa, Rubik Stúdió, que fabricaba muebles y juguetes. Ya en los 90' fue nombrado presidente de la Academia de Ingenieros Húngaros, y creó la Fundación Internacional Rubik, para ayudar a los jóvenes ingenieros y diseñadores industriales con gran talento.
Además del Cubo Mágico, Rubik fabricó su Serpiente Rubik, un juguete de 24 piezas conectadas de tal forma que puedan rotar su posición pero no ser separadas, y el Rubik 360, un rompecabezas mecánico lanzado este mismo año 2009 que consiste en cambiar las posiciones de 6 bolas, cada una de distinto color sobre en una esfera central, hacia sus correspondientes compartimentos. A diferencia del Cubo Mágico, este nuevo juguete no puede resolverse mediante algoritmos, ecuaciones o robots, sino a través de la destreza manual (por el momento).