-¿Cuál es la propuesta de Menudo Arte?
-Intentamos acercar el arte a los niños a través de las grandes obras y los grandes artistas, pero desde un punto de vista distinto, próximo, y por eso tanto las obras como los contenidos se han adaptado en un idioma de "dibujos animados". ¡menudo arte! no sólo son los cuadros, porque no sólo los cuadros son interesantes; hay que verlos en su lugar, en su tiempo, con sus autores, acompañados de contenidos y actividades diseñados para despertar emociones y brindar una experiencia divertida del arte. Digamos que bajamos los cuadros a la altura de un niño, literalmente, porque en las exposiciones los cuadros están colgados más bajos, y a la entrada hay un límite de altura, como en los parques de atracciones, pero de "altura máxima" (si, máxima, no mínima) porque hay que ver el arte con ojos de niño.
-¿Qué adaptaciones del arte son sugeridas para los niños?
-La más conocidas por ellos, esas que ven en sus libros y en el colegio. Así ¡menudo arte! ofrece adaptaciones del hombre de Vitrubio de Leonardo, seguramente el dibujo más famoso de la historia; de la Capilla Sixtina de MIguel Ángel; de las Majas de Goya; de Van Gogh, El Greco, Sorolla... y Velázquez, claro.
El primer cuadro que pinté fue "Las meninas" de Velázquez. Este cuadro es único y me ha cautivado siempre. Algunos dicen que es el mejor cuadro que se ha pintado jamás. En este cuadro Velázquez quiso pintar a su amigo el rey Felipe IV, que ya estaba mayor y no se dejaba pintar, así que el pintor ideó una "trampa" para retratarlo: le dijo que iba a pintar a la familia real, sabiendo la debilidad del rey por su hija, la infanta Margarita. Así que, efectivamente, pintó el cuadro, que se llamó "La familia de Felipe IV". En el centro está la infanta con sus damas de compañía, las meninas, que acaban de llegar al estudio del pintor para ver qué está haciendo. Y le pillan, por lo que parece, pintando al rey... ¡pero en el cuadro no está el rey!. Y ahí está la trampa de Velázquez: el rey no está en el cuadro: está fuera del cuadro. Al fondo, en el punto de vista protagonista, ahí donde fuga la perspectiva del cuadro, ahí donde va tu mirada, ahí puso Velázquez un espejo, y en el espejo el reflejo de los reyes. Por eso digo que este cuadro es único, porque el cuadro está fuera del cuadro, en el punto de vista desde el que uno lo mira, que se sitúa al lado del rey para contemplar esta escena "casual" de la infanta aburrida que visita al pintor de la corte.
El cuadro tiene muchas interpretaciones y muchas historias y leyendas. La que a mí me cautivó fue la de la cruz en el pecho de Velázquez: en su tiempo, los artistas eran considerados artesanos, es decir, que su oficio era manual y no intelectual. Velázquez peleó toda su vida porque se considerara el arte como algo que se hace con la cabeza. Yo siempre les digo a los niños, en los talleres. "¿tú con qué pintas, con la cabeza o con la mano?" Y ellos responden, a menudo "con la mano". Pero entonces les digo que no, que antes de poner el lápiz en el papel, han pensado qué van a hacer, así que pintan "con la cabeza". Pues Velázquez quería que se reconociera su trabajo intelectual, que pintaba con la cabeza. Murió sin conseguirlo, pero entonces, y esta es la historia que a mi me pone "la piel de gallina", el rey, al morir su amigo, pintó él mismo la Cruz de Santiago en el pecho del pintor con agradecimiento, como reconocimiento a su ARTE. Y esto está en el cuadro no sólo en la cruz de Santiago, sino también en la mano del pintor, que no está con el pincel en el lienzo, pintando, sino PENSANDO qué pintar. Esto es el ARTE.
Esta historia resume el espíritu de ¡menudo arte!: contarle todo esto a los niños, pero de una forma divertida. Y de esta forma pueden contarse muchas cosas.
-¿Cuál es la mejor manera de acercar a los niños al arte?
-¿Quién lo sabe? Tal vez deberíamos hacérsela a los niños...Yo creo que la mejor manera de acercar el arte es usando un idioma que conozcan y les guste y por eso he elegido hacerlo reinterpretando los cuadros "en dibujos animados". Pero no de cualquier manera. Cada cuadro está tratado con rigor y respeto, buscando que en él esté todo eso que el pintor ha querido reflejar. Así que en las exposiciones de ¡menudo arte! se pueden ver (y tocar) los cuadros en su tamaño real, en el soporte que tienen, lienzo, papel, tabla..., con los acabados originales, las pinceladas, los colores... y hasta los marcos.
¡Y parece que les gusta! Fíjate que los niños (y no tan niños) tocan los cuadros con respeto, casi acariciándolos, y los miran divertidos... y se les quedan en la cabeza, que es de lo que se trata. Así cuando los vean por ahí, en el cole, o en casa, o en un museo, los reconocerán, e igual les enseñan algo a sus padres, pero algo "menudo", del estilo de que a Van Gogh las chicas le daban calabazas... cosas que les pueden interesar, porque a ellos también les pasan.
-¿Qué trabajos hacen para The Walt Disney?
-Actualmente colaboro con la división de cine (en Disney hay muchas compañías y divisiones) para el diseño de promociones. Anteriormente, siempre como freelance, trabajaba para Disneyland Paris, Disney Store, etc. Entonces diseñaba y dibujaba productos de mercado. Y también hacía proyectos creativos, como ferias o eventos: una vez diseñamos un tren, otra decoramos un centro comercial, otra pensamos en pintar aviones de colores... ¡hasta pensamos en poner a Mickey Mouse en la luna!
-¿Qué relación tiene Walt Disney con el arte plástico?
-Todo el trabajo de Disney es arte plástico. Cada película, cada diseño, cada atracción tiene un altísimo componente de arte. Walt Disney creo una estética, una forma de ver las cosas, una forma de soñar. El interés de Disney por el arte es patente, desde la película de 1954, "Fantasía", hasta "Fantasía 200", pasando por proyectos tan interesantes como el cortometraje "Destino" que diseñó junto a Dalí, y que recientemente ha visto la luz. Pero si tienes la suerte de pasear por alguno de los parques Disney verás que detrás de cada detalle ha habido un artista pensando... ¡como Velázquez!
-¿En qué está ahora ¡menudo arte!?
-Pues me pillas trabajando en dos exposiciones para 2015, una sobre Fernando el Católico y otra sobre arte contemporáneo. En la primera habrá un sólo cuadro, "La rendición de Granada" de Pradilla... ¡pero es que hay un montón de gente! Será una escenografía a tamaño real, para que los niños puedan pasear entre los caballos y los soldados. También estará Cristobal Colón y el descubrimiento de América, podrán montar en un caballo, ponerse un casco de caballero y coger la espada del rey...
"¡menudo arte contemporáneo!" está naciendo rodeado de nenúfares de Monet, bailarinas de Degas, la luz de Sorolla...en fin, cosas de esas que seguro que van a gustar a niños y a mayores. Y todo esto contado con cosas divertidas y actividades, para que no se olviden del ARTE. O de ¡menudo arte!
Agustín Lorés es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, España. Ha sido profesor de Dibujo y Comunicación Audiovisual en el Colegio Altoaragón (Huesca, España)
Ha sido ilustrador de libros, comics, publicidad, merchandising, etc., creativo publicitario en Ogilvy & Mather Direct, dibujante y creativo freelance para Disney y Warner y tiene su estudio creativo, Laboratorio de Ideas, que colabora en proyectos creativos y promocionales con Disney, Fox, National Geographic, etc.
Más de 30 años entre lápices, aerógrafos, pinceles y ordenadores han culminado en el proyecto ¡menudo arte! de arte para niños, que cuenta con el apoyo del Área de Didáctica de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad de Zaragoza, recomendado por el Ministerio de Educación y Cultura de España, por la Asociación Española de Críticos de Arte y por la Asociación de Familias Numerosas de Aragón.