-¿Cómo surgió el proyecto del viaje de Pequeños grandes mundos?
-Se me ocurrió una noche mientras esperaba un colectivo. Me asaltó la idea de golpe, casi que tropecé con ella. Pero por supuesto que no nació de la nada. Hace años que trabajo con y para chicos y creo que nació por la pasión que me genera dar clases y en mis ganas de compartir la alegría que se genera en los talleres, hacia más niños de otras culturas y realidades.
-¿De qué se trata el proyecto?
-Viajaré un año y medio por los 5 continentes, dando talleres libres y gratuitos. Se desarrollarán en Escuelas, Hospitales de Niños, Jardines de Infantes, Centros Culturales, parques y en la calle, en ciudades y también en remotas zonas rurales.
Es un proyecto en el que vengo trabajando muchísimo y felizmente ya está arrancando. Voy a viajar, a partir de Marzo de 2014. Se realizará en sociedad con organizaciones locales, que serán seleccionadas y contactadas previamente.
Se sumarán ilustradores de cada país y artistas de otras disciplinas como Música, Fotografía, Literatura y Teatro que no solo permitirán ampliar el horizonte creativo de la propuesta, sino también adaptar las actividades a temas y problemáticas de interés local.
El proyecto surge con la idea de conocer las diferencias y similitudes del imaginario infantil de cada rincón del mundo y poder acercar la ilustración a chicos y chicas como herramienta de expresión de lo que sienten de sí mismos y del mundo que los rodea. Propondré consignas divertidas, que los chicos y chicas plasmarán en ilustraciones, muñecos, máscaras, etc.
Al concluir el proyecto, espero tener una gran cantidad de registros audiovisuales, digitales y en papel, de al menos 5.000 niñas y niños de 35 países, 120 ciudades de los 5 continentes, que servirán como fuente de información, investigación y difusión. Además, la experiencia se publicará periódicamente en una página web creada especialmente para el proyecto. A través de esta herramienta, niños y adultos de diversos países y ciudades puedan entrar en diálogo directo, promoviendo el intercambio y comunicación de diversos contextos y generando lazos que más allá del las actividades propuestas en el marco de Pequeños Grandes Mundos. Una vez terminada la experiencia y editada la información, se producirán diferentes materiales de lectura y audiovisuales.
-¿Qué diferencias creés que vas a encontrar en niños de diferentes culturas?
-La verdad, no tengo demasiada idea. Quiero viajar lo más despojado posible. Por supuesto que todos, queramos o no, estamos llenos de prejuicios, pero me parece valioso intentar trascenderlos y así sorprenderme con lo que cada niño tenga para expresar. No voy con un puñados de ideas preconcebidas que luego buscaré confirmar, sino que prefiero ir con muchas hojas en blanco y que el contenido vaya apareciendo. Las conclusiones, insisto, serán posteriores y podrán reflejarse en el libro y el documental de Pequeños Grandes Mundos.
-¿Qué son Los Amadores?
-Primero que nada, para mí son un espacio de disfrute, una de mis creaciones de las que me siento más orgulloso.
Se trata de una serie de ilustraciones que nacieron en el 2012, sin la menor lógica o sentido más que la alegría y el absurdo con que los creo. Así, aparecieron "Monstruos que Aman los Huevos Fritos", "Leones que Aman el Rock", "Mamushkas que Aman los Conejos", "Superhéroes que Aman los Picnics", "Patos que Aman Patinar", "Ninjas que Aman el Otoño" y muchos otros animales y personajes que no dudan en gritar a los cuatro vientos su pasión por las cosas más diversas. Todos ellos están deseosos de encontrar un nuevo hogar que los adopte, llenando de colores cada rincón que encuentren. Pueden encontrarse con Amadores en forma de cuadros, posters y kit de postales.
-¿De qué se trató el Festival de Pequeños Grandes Mundos?
-Fue ante todo un encuentro. Una posibilidad de reunirme con un montón de gente que había colaborando con el proyecto, que venía participando y sumando su aporte. Fue una excusa para festejar que Pequeños Grandes Mundos había dejado de ser un sueño inaccesible para transformarse en una realidad. Por suerte se dio como yo lo soñaba, en el Club Cultural Matienzo, con una entrada muy accesible para que pudiera ir mucha gente, todo decorado para la ocasión, con cosas ricas para comer y la presencia de algunos de los mejores artistas de la escena infantil. Tuvimos el honor de tener un recital de Vuelta Canela, una búsqueda del Tesoro de Valor Vereda, talleres de Animación Stop Motion de la Academia de Animación, talleres de máscaras e ilustración con muchos profesionales colegas y amigos. Finalmente, Risas de la Tierra, el jardín musical de Magdalena Fleitas, hizo un gran cierre con una ronda de juegos y canciones para chicos y grandes. Y todos ellos, trabajaron ad honorem en una increíble muestra de apoyo para toda esta movida. 350 personas cantaron, rieron, pintaron y bailaron. Se sentía un clima de alegría desbordante y contagiosa, aún en uno de los días más calurosos del año. Como si fuera poco, los padres, tíos y abuelos, aprovecharon para hacer las compras de las fiestas que estaban por venir ya que también había una feria de diseño donde estaban mis cuadros de los Amadores, los hermosos muñecos de Kailua, los geniales robots y macetas de Coquín, las grandes creaciones de Kärton Kärton, los libros de 100 ideas y Revuelta Cultural y la hermosa ropa para chicos de Niño Arco Iris.
Ivanke estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires y hace 10 años se desempeña como ilustrador en el terreno editorial, publicitario y para diversos productos de Argentina, Latinoamérica, USA y Europa.
Realiza talleres de ilustración para adultos en ámbitos privados y dicta clases en la materia Ilustración Roldán, de la Carrera de Diseño Gráfico de la UBA. También dicta talleres para niños y niñas en diferentes espacios, como ferias del libro, festivales y congresos de cultura, junto al Canal infantil PakaPaka y con organizaciones sociales y culturales.