El juguete de madera es simple. Es cálido y artesanal. Los juguetes de madera le permiten al niño ir un poco más allá de lo establecido: sin luces, sin sonidos, sin pilas, siembran en él la semilla de lo intelectual.
Al elegir juguetes de madera para nuestros hijos, priorizamos el desarrollo de los conceptos de paciencia y constancia. Seguramente un juguete de plástico atraiga más a los chicos, por sus colores, sonidos y virtudes tecnológicas. Pero también es muy probable que, luego de algunos usos, quede destronado por “aburrido”, por haber dejado de proponer cosas nuevas.
Un juguete hecho en madera es capaz de transmitir un sentido estético caracterizado por la simpleza, y permite un acercamiento a la fantasía del niño: al no estar todo dado, el juguete de madera acepta versiones libres, diferentes propuestas, nuevas reglas de juego. Cada niño puede jugar un nuevo juego cada vez.
Según la educadora María Montessori "el niño debe ser ayudado a actuar y a expresarse, pero no debe el adulto actuar en su lugar sin una necesidad absoluta. Cada vez que el adulto ayuda al niño sin necesidad, obstaculiza su expansión y como consecuencia detiene o desvía en algún detalle el desenvolvimiento infantil." Este pensamiento nos enseña la importancia de respetar la libertad del niño, de dejarlos hacer según su voluntad. Un juguete que no permite el autodesarrollo, difícilmente permita el crecimiento intelectual del niño.
Ayudando a nuestros hijos a lograr los objetivos que se proponen, ya sea atarse los cordones solo o alcanzando el objetivo de un juego, lo estaremos apoyando en el camino a la independencia y el autodesarrollo. Para esto los padres debemos estar junto a nuestros hijos apoyándolos, sin invadirlos, a alcanzar esos primeros hitos que le permitirán confiar en sí mismo y plantearse nuevos retos, cada vez más difíciles.
Por Muna Sarme, Lic. En Comunicación que hace algunos años comenzó a interesarse en los juguetes cada día más hasta que creó Munimú, una línea de juguetes educativos en madera, para niños sanos o con problemáticas de diferente índole, y las temáticas de esta línea se focalizan en la enseñanza de las cosas cotidianas: aprender a vestirse, a comer de manera saludable, a manipular objetos pequeños, a conocer el propio cuerpo y a manejar el concepto del tiempo.
Muna diseña y produce ella misma los juguetes, inspirada por el juego de sus dos hijas.