Como su nombre lo indica, la butaca debe brindar seguridad. Es por eso que se las somete a diferentes tests, con el objetivo de poner a prueba su eficiencia a la hora de un impacto. Esa es la función de la butaca de seguridad: proteger al bebé en caso de impacto.
Debido a la realidad que atraviesa hoy nuestro país, con las diversas trabas a la importación de productos fabricados en el exterior, la demanda no puede ser abastecida con butacas de seguridad testeadas y homologadas. Y si bien en la Argentina se han comenzado a fabricar algunos modelos, lo cierto es que estas butacas no están homologadas ni han sido sometidas a los tests de eficiencia. Vale decir que no pueden considerarse butacas de seguridad.
Y entonces, ¿qué hacer? Frente a la falta de alternativas, el consejo es optar por el mal menor. Eso significa que antes que no utilizarla porque no se consigue una homologada y llevar al pequeño en brazos, o mal amarrado con el cinturón del auto, es mejor recurrir a una butaca de fabricación nacional.
Las butacas y boosters nacionales se comercializan en la Argentina con las marcas Love, BebeProtec y Lonely Tunes (Budadah). Al respecto de estos productos nacionales, debemos señalar también que nunca hemos escuchado o leído queja alguna respecto de su rendimiento.
Desde Butaca Segura, nuestra misión es concientizar a los padres sobre la necesidad de que el bebé viaje protegido. Por esta razón, siempre hemos promovido el uso de butacas debidamente homologadas y testeadas. Hoy, ante la falta de productos que reúnan estas características, queremos dejar en claro cuál es nuestra posición.