Todas las letras del CD "Canciones de Cuna" fueron escritas por chicos de 7 a 21 años. Se trabajo con más de 150 chicos para que desde cada taller (teatro, música, artes plásticas y artes visuales) los chicos escriban, textos, canciones, ideas, relatos relacionados a los sueños, a lo que alguna vez les cantaron, a lo que a ellos les gustaría cantarles a sus hijos.
A los músicos que participaron de este proyecto les propusieron que con estas letras compongan e interpreten una canción pensando en cómo les cantarían esa letra a sus hijos. Algo simple, pequeño, una canción de cuna.
Entrevistamos a Margarita Hollmann, quien trabaja en el área de Planificación y Gestión de la Casa de la Cultura de la Calle desde el 2007.
-¿Cómo surgió la iniciativa de armar el CD?
-La iniciativa surgió en el 2009 de la mano de Gastón Pauls, presidente de la Asociación. La idea era que los chicos escribieran pensando en qué les gustaría decir, cantarle algún día a sus hijos. Principalmente que pudieran expresarse. Comprobamos que trabajar desde el arte abre enormes posibilidades de transformación.
Al principio nos pareció arriesgado trabajar sobre esto ya que muchos chicos habían sufrido situaciones de abandono, muchos no habían tenido una canción de cuna de niños y era complejo indagar sobre esto.
De todas formas decidimos tomar el desafío y todos los docentes hicieron una gran tarea trabajando desde los diferentes talleres junto a los chicos para ver que surgía. A pesar de las dudas y miedos iniciales, salieron muchas letras, muchos sentimientos, sensaciones, historias, alegrías, tristezas y emociones que se condensaron en lo que hoy es el cd terminado. Por otro lado a los artistas que se sumaron al proyecto, se los invitó a musicalizar e interpretar una canción pensando en cómo se la cantarían a sus hijos. De todos tuvimos una muy buena respuesta y sin ellos no hubiera sido posible completar el proyecto.
-¿Cómo seleccionaron las canciones?
-Lo que hicimos fue pasarle todas las letras de canciones a los músicos y ellos iban eligiendo cual musicalizar, y así se fueron seleccionando. Participan Ricardo Mollo, Luis Alberto Spinetta, Pedro Aznar, Hilda Lizarazu, Kevin Johansen, Lisandro Aristimuño, Litto Nebbia, Fito Paez y Miguel Cantilo, entre otros.
-¿De qué hablan las letras?
Las letras hablan de sus mamás, papás, de jugar, del amor, del dolor, del futuro. Cada una cuenta una historia que vale la pena escuchar, y esa era un poco la idea del disco que la voz de los chicos se escuche y que puedan decir lo que sienten, lo que quieren, lo que sueñan y lo que también les duele. El objetivo de este proyecto es que los chicos encuentren en la música un lugar de expresión y de producción.
-¿Qué quieren trasmitir?
-Desde la Casa de la Cultura de la Calle y a través de este disco quisimos darle la posibilidad de expresión a todos los chicos con los que trabajamos. Creemos que el arte es una herramienta de transformación social y una forma de transmitir fundamental, de ahí que partimos de lo artístico, lo cultural para promover la inclusión social de la infancia y adolescencia en riesgo social. Intentamos a través de nuestras actividades ampliar el campo de lo posible de muchos chicos que están en situación de riesgo y en estos años de tarea con ellos hemos comprobado que a través del lenguaje artístico se pueden lograr cosas increíbles.
-¿Qué canción de cuna recordás que te cantaban de chiquito/a?
Las típicas, el arrorró, duermete mi niño…
La Casa de la Cultura es una ONG que tiene por objetivo generar un espacio creativo destinado a niños, niñas y adolescentes en riesgo social. Más de 400 chicos de hogares, de Institutos de Menores, escuelas y chicos en situación de calle participan de los talleres.